El mar picado suele ser un espectáculo pero no hay que descuidar la composición pues un montón de espuma no es lo mismo que una bella imagen. El truco está en echarle paciencia y tirar un montón de fotos hasta lograr una en la que la salpicadura tenga carácter (estructura). Y aun mejor si queda relacionada visualmente con otros elementos del encuadre.
Salvador Solé Soriano