Heterocromía
Una foto de esas que no tienen más historia que la que se ve; vi un gato sentado al sol, le apunté con el tele a 600 mm, el gato me miró de repente, apreté el disparador porque ya no hay carretes y, por tanto, no cuesta ni un céntimo hacer una foto y... ¡sorpresa!
Dicen que los ojos son las ventanas del alma; este gato debe tener dos almas...
Un saludo.
Salvador Solé Soriano