Colores discretitos, sombreros prácticos y estilo antañón; un cóctel que lamento. Supongo que hay mucha gente que se viste así, por lo cual está bien visto. Para colmo, le tengo ojeriza al boato; bautizos, comuniones, bodas y entierros, herencias de una religión tan poco sentida que sus ritos se han convertido (desde mi poco amable punto de vista) en ejercios masivos de hipocresía. Si hay excepciones ¡aleluya!
Nada de eso hace a la foto que encuentro correcta y con indudable impacto cromático. Los robados rara vez permiten hacer virguerías y eso hay que ponderarlo.
Salvador Solé Soriano